No dejes tu puesto vacante.
Es este el proyecto más importante de la humanidad toda, y trata de la evolución hacia un mundo mejor.
La idea es dejar de usar dinero y/o cualquier otro medio de pago.
Trabajaremos por amor a lo que hacemos, no cobraremos por nuestro trabajo, y tampoco nos cobrarán por nuestras necesidades.
Seguramente debamos educar otras cosas a nuestros niños porque otras realidades deberemos afrontar, pero no muy diferente a la actual.
Debemos dejar de cobrarnos los favores, no es necesario hacerlo, el mundo de hoy permite que esto se pueda lograr.
No trueque. El trueque no es efectivo ni lo mas sensato. ¿Acopiar cosas que no necesito, para luego poder cambiarlas por las que necesito? Cuando en realidad lo que necesito del otro puedo tomarlo de él y lo mismo hacer él de mi. ¿Para qué generar deuda?, mejor es confiar que el otro estará allí cuando lo necesitemos.
Lo que nos motiva a seguir adelante, día a día, es la pasión y el gusto por hacer esas cosas que nos gusta hacer. La felicidad de nuestro espíritu es reflejo directo de eso. Esa es la felicidad, hacer lo que uno quiere hacer, y la felicidad es disfrute. El dinero no trae felicidad, no puede hacerlo.
El mundo no podemos detener, lo que si podemos hacer es dejar de usar dinero, es solo querer.
No hay actividad humana que se vea perjudicada en este nuevo escenario, mas bien lo contrario. Es de locos cobrarnos el pan y las sillas, cuando tanto el panadero como el carpintero están felices y satisfechos de hacer lo que gustan hacer.
No es sano seguir en nuestro yo interior, temerosos que el otro pueda dañarnos en algo y en todo momento tratar de sacar algún rédito. Lo que debemos hacer es ayudar a que el otro esté bien, y solo eso. ¿Por qué he de sospechar que no voy a estar bien, teniendo a tantos velando por mí?
No necesitamos mucho para ser felices, lo sabemos, sabemos de que se trata.
Nos hace feliz que el otro esté bien, y no que esté mal.
Si está mal en cualquier aspecto no podrá ayudarnos con sus habilidades como quisiera, y por ello, seguramente el no sea feliz, y eso no debe pasar.
El, tu, y yo, somos lo mismo. Las diferencias visibles son producto de desconfianza.
No dejes tu puesto vacante recuerda que el mundo no puede parar, si podemos dejar de usar dinero.
Si no eres feliz haciendo lo que haces, sigue haciéndolo hasta tanto nos reubiquemos a nuestra nueva realidad. Nadie quedará haciendo lo que no quiera, nadie te pedirá nada a cambio por lo que necesites, y lo que necesitas es lo de todos los días.
Manos para los oficios, hay de sobra.
Gustos para los oficios, tantos como haya.
Oficios, tantos como necesitemos.
No es necesario el dinero.
No es importante lo que pasará con ricos y con pobres, son los menos. Ellos igualmente, serán nuestra prioridad.
Si es importante para los trabajadores, porque son ellos quienes producen lo real y positivo de este mundo, el dinero no.
Pobres y ricos solo son producto del dinero, desde sus comienzos hasta ahora. Eso debe llegar a su fin.